Hasta el momento, la imagen es de dominio público.
Selfie de un mono ingresa a la web como imagen de dominio público
Entrar a la barra de Google e ingresar el término «monkey selfie» como criterio de búsqueda adquirió un matiz particular desde que en el 2011 un macaco negro crestado -el ejemplar que se ilustra en la imagen que acompaña esta nota- se tiró unos cuantos selfies en Indonesia.
Y es que este ingenioso personaje -que algunos han llamado Naruto- no se limitó a agarrar la cámara del fotógrafo británico David Slater, voltearla y oprimir el botón en varias ocasiones, sino que luego lo demandó para exigir se le reconozca la titularidad de los derechos de autor de las imágenes.
No cabe la menor duda de que lo expuesto hasta ahora parece un relato inverosímil sacado de una comedia hollywoodense. Sin embargo, no deja de reflejar con precisión la realidad de lo que ocurrió cuando Slater viajó a Indonesia para estudiar de cerca una manada de esta variedad de primates y -presuntamente- se desentendió por unos momentos de su equipo fotográfico.
Al tratarse de imágenes que fueron tomadas con su cámara, Slater se atribuyó el derecho de explotar las fotos económicamente, amparado por las protecciones de derechos de autor, pero no contaba con que el portal Wikimedia Commons las ingresara al dominio público para el beneficio irrestricto de toda la comunidad cibernética.
Inconforme con este proceder, Slater le solicitó en el 2012 a Wikimedia Commons que retirase las imágenes cuyos derechos de autor él se atribuye, pero no contaba con una demanda de People for the Ethical Treatment of Animals (PETA) -en representación y beneficio de Naruto-, quien asegura que el macaco es acreedor de la protección de esta legislación.
La realidad es que nadie sabe a ciencia cierta lo que ocurrió. Por un lado, Slater argumenta que no dejó su equipo descuidado, sino que enfrentó múltiples vicisitudes para entrenar al mono y lograr que se tirara los selfies. Alega, además, que PETA identificó al macaco incorrecto.
En la contraparte, PETA asegura que el potencial beneficio económico de estas imágenes puede contribuir a la conservación de esta especie en peligro de extinción y que la corte debe reconocer los derechos de Naruto.
En este litigio, un juez federal de distrito falló en contra de PETA. Actualmente, el reclamo de Naruto se encuentra ante la consideración de un panel de jueces del Noveno Circuito de Apelaciones federal, quienes convocaron una argumentación oral el pasado mes de julio, que se caracterizó por las risas que provocó en los presentes, incluidos los propios togados.
Mientras aguardamos una determinación final que arroje luz a esta controversia -sin duda alguna original y novel- los miembros de la comunidad cibernética podemos disponer de la imagen con libertad. A fin de cuentas, esta aún circula en el dominio público vía Wikimedia Commons.
A continuación, comparto una caricatura que, a mi juicio, refleja la esencia de la mayoría de las disputas por derechos de autor que se suscitan en la actualidad, particularmente en el entorno cibernético.
Caricatura de Nina Paley disponible bajo una licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons